sábado, 10 de enero de 2009

Capítulo 3; La Colonia

A la mañana siguiente Katie estuvo hablando con Gaty sobre las clases, profesores, etc. También le preguntó que le había llevado a estudiar en esa Académia, ella respondió que quería estudiar en una universidad de categoría y tenía que estudiar allí.
El domingo no pasó tan rápido como el sábado pero estuvo entretenido. Las chicas pasearon por el puerto para comprar cosas, etc. Se habían hecho intimas amigas. Las dos comieron en el bar-restaurante de la Académia Spenser. Pero planeaban cenar en otro lugar...
-Esta noche cenaremos en La Colonia ¿vale? -preguntó Katie mientras comian.
-¿La Colonia? -dijo extrañada Gaty.
-Sí, es un bar donde suelen ir a comer la gente de la Académia.
-¿Irá alguien más? -quiso saber Gaty.
-Supongo... ¿Por que lo preguntas?
-No por nada... -ella suspiró.
-No te habras fijado en algun...
-¡No digas tonterías, no conozco a casi nadie! -Katie sonrió satisfecha.
Cuando ya eran las siete y media de la tarde aproximadamente se fueron hacía el bar. Desde la calle ya se oian gritos y música, cuando entraron se podía ver una sala oscura, con mesas y sillas. Había una barra con unos cuatro o cinco camareros todos muy ocupados en la clientela. Estaba lleno de gente.
-Sentemonos aquí que no hay nadie -dijo Katie.
-Sí que hay gente... pero... ¿y los chicos de ayer? -preguntó tímidamente.
-¡Aha! Te ha gustado un Ipswich eehh..
-¿Ipswich? ¿Por que los llamas así? -quiso saber.
-Ya te lo contaré en otro momento, ellos suelen estar en los billares, te acompaño.
Las dos cruzaron un mar lleno de mesas, sillas y gente hasta llegar a los billare. Allí estaban, los cuatro jugando al billar contra otros chicos de la Académia.
-Venga, Ricardo ha ganado la apuesta, darnos lo nuestro -dijo Croid.
-¿Qué pasa Croid? -quisó saber Katie.
-Han apostado a que no podíamos hacer una carambola y meterla. Ricardo lo ha hecho, y no nos dan lo que se han apostado -respondió Markus.
-Bueno, tienen para rato... -le susurró Katie a Gaty mientras se sentaba en una mesa.- No van a parar de discutir.
-¿Y que hacemos nosotras? -quiso saber.
-Esperar -Katie empezó a reir.
-Ni hablar...
Gaty cogió el brazo de Katie y la volvió a arrastrar hasta los billares allí seguían discutiendo los chicos. Gaty se acercó al lugar donde guardaban los palos de billar y cogió dos, uno para ella y otro para Katie.
-¿Jugais? -preguntó ella.
-¿Cómo? -dijo extrañado Markus.
-Bueno, si no quieres jugar... será que tienes miedo.
-Ricardo, nos están retando, ¿qué me dices?
Ricardo se giró y se quedó mirando a Gaty, lugo se aproximó a la mesa de billar donde estaban y cogió dos palos de billar. Uno para él, otro para Markus. Sacó las bolas y las colocó en la mesa.
-Las damas van primero -dijo mientras se apartaba para dejar tirar a Gaty o Katie.
Gaty se agachó y golpeó con fuerza la bola blanca que impactó contra el resto. Tres bolas lisas entraron en diferentes agujeros de la mesa. Markus y Ricardo se extrañaron un poco, Katie mucho.
-Ah, ¿no había mencionado que llevo jugando desde que tenía seis años? -dijo con una sonrisa.
Después de jugar un rato sólo quedaban tres bolas en la mesa. Dos eran a rallas, de markus y Ricardo. Y una era lisa, de Gaty y Katie. Le tocaba tirar a Katie, no consiguió meterla pero la dejó justo en el borde.
-Me toca... -dijo Markus.
Markus cerró los ojos y los abrió con un pequeño destello de fuego, Ricardo se fijó. Cuando Markus lanzó la bola blanca impactó con fuerza en las otras dos y las metió en sus respectivos agujeros. Había ganado.
-Bueno señoritas, ganamos -ellas dos refunfuñaron y se alejaron.
-Markus... sabes que no debemos usarlo... ¡Es adictivo! -gritó Ricardo.
-Calla, por una vez no pasa nad...
-¡Te va a acabar consumiendo! -le interrumpió, Markus se fue indignado.
Las dos chicas estaban saliendo del bar cuando Ricardo acompañado de Croid las siguieron. Ricardo llamó su atención para que se girasen.
-Ehm, eres buena jugadora de billar -sonrió Ricardo a Gaty.
-Igualmente...
-Bueno, nosotros dos nos vamos, tenemos prisa. Va Ricardo que te llevo en mi moto... -interrumpió Croid.
Las dos chicas se quedaron mirando como los otros dos se despedian desde una moto de color negro. Gaty dió otro suspiro, Katie se dió cuenta y le dió un pequeño codazo.
-¿No está mal ehh? -ella se sonrojó.

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